Recientemente la plataforma de entretenimiento NETFLIX anunció la adquisición de los derechos de la novela más famosa del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez Cien años de soledad obra clave dentro del boom latinoamericano que tuvo como corriente principal el realismo mágico. Cien años de soledad ha vendido más de treinta millones de copias, consagrándose como uno de los libros más populares de la historia.
El anuncio fue brindado por los herederos de García Márquez, sus hijos Rodrigo García Barcha (director) y Gonzalo García Barcha (diseñador y editor), quienes como su padre están vinculados al mundo del cine, situación que les permite formar parte de la adaptación de la obra de su padre en función de productores ejecutivos, tal y como Gabo lo hubiera deseado.
Esto pudiera, sin embargo, no ser una buena noticia del todo. Recordemos que la relación de García Márquez con el cine en lo que respecta a las adaptaciones de su obra es más amarga que dulce. Quizás la adaptación que más daña el paladar es El amor en los tiempos del cólera del 2007, ya que a pesar de contar con un lujo de reparto y una banda sonora muy bien producida (galardonada con el Globo de Oro) no obtuvo saldo positivo en taquilla.
Similar suerte corrió el filme Memorias de mis putas tristes del 2012, adaptación danesa que quedó atrapada dentro de un círculo de intelectuales. Es posible que a la fecha, la mejor adaptación sea El coronel no tiene quien le escriba de 1999 con Salma Hayek en el reparto. Para Gabo, amante del cine, escritor prolífico con obras publicadas y traducidas a decenas de idiomas por todo el mundo, fundador de la Escuela Internacional de Cine y Televisión en La Habana, pareciera ser consuelo insuficiente.
Sin embargo, la joya de la corona no ha sido adaptada, quizás porque no se cumplía con las tres condiciones que el autor consideraba como indispensables: en español, rodada en Colombia y en un formato que permitiera reflejar la extensión de la novela. Narrar la histora de siete generaciones de la familia Buendía, se antojaba muy difícil en formato de largometraje.
Adicionalmente García Márquez comentó en vida que la idea de un elenco taquillero extranjero no le resultaba agradable, le consideraba una imposición sobre el rostro de sus personajes, por encima de los imaginados por lectores, quienes los consideran seres queridos, más allá de los rostros de las estrellas del entretenimiento.
Quizás este temor por lo extranjero debe su origen al fracaso de la adaptación de la obra Crónica de una muerte anunciada de 1987, una coproducción italo-colombiana-francesa que debido a la mezcla de nacionalidades dentro del reparto, no logró capturar de manera puntual la historia original.
Un punto que ocasiona cierto recelo en el público que recibe ansioso la noticia son los temas difíciles de tratar que podemos encontrar en la novela, el más álgido seguramente sea el incesto. Considerando a su vez la manera en que la línea temporal se vuelve cíclica en momentos y los efectos especiales del realismo mágico que pueden ser sensacionales en pantalla, o bien burdos en su ejecución.
Esperemos que la fortuna de la plataforma Netflix respecto al tratamiento latinoamericano (El oscar para Roma, series bien ejecutadas como Luis Miguel: La Serie o Narcos) y la colaboración de los hijos del autor en la producción, honrando las tres condiciones mencionadas anteriormente, permita que esta sea un digno homenaje para una obra de magnitud universal, obra que de manera indeleble está vinculada por siempre a la literatura latinoamericana e incluso ¿porqué no decirlo? al cine latinoamericano en todas sus tonalidades.
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